sábado, 31 de agosto de 2013

Apuntes sobre la prostitución. 26/11/2012

El vuelo. Información y venta aquí.
No creo que en el patriarcado, en el momento actual, sea posible acabar con el estigma, puesto que es uno de los mecanismos de control que ejerce sobre las mujeres. Sobre el conjunto de todas las mujeres. El estigma planea sobre todas las mujeres, no sólo sobre aquellas que ejercen la prostitución. Si te sales de la norma, si no estás dentro de los márgenes establecidos que delimitan (y limitan) lo que es ser una buena mujer, automáticamente eres una puta.
El otro día, en una serie, una de las protagonistas creía estar embarazada. Era soltera sin compromiso. Es decir, que tenía los compañeros sexuales que le daba la gana. Bien. A la pregunta de si sabía quién era el padre de la criatura responde indignada: ¿Me estás llamando puta? Creo que no hay más que decir.
El patriarcado necesita tenernos atadas, ¿qué mejor manera que crear dos imágenes de mujeres, una de mujer buena y aceptada y otra de mujer mala y no aceptada? Las mujeres que queremos estar en el primer grupo haremos cualquier cosa, nos someteremos de cualquier manera, renunciaremos a lo que sea…, con tal de no ser confundidas con las desviadas. Ahí reside el estigma, su fuerza. Si no se hubiese creado el estigma las mujeres podríamos elegir entre el matrimonio o la prostitución. Pero esta libertad de elección atenta contra el patriarcado y su finalidad de apropiarse de las mujeres. Con lo que “aparece” el estigma… ¿Es una manera de hacer atractiva la institución del matrimonio, de hacer atractiva la esclavitud del matrimonio, la defensa de la virginidad, el débito conyugal, la pérdida de personalidad jurídica, de derechos, libertades, la multimaternidad, esa eterna minoría de edad que debe ser tutelada?
Hoy en día las mujeres ya somos ciudadanas y nos hemos “liberado sexualmente” (creo que no del todo, pero esta es otra historia) al menos en lo que se llama el mundo desarrollado. Podemos trabajar fuera de casa, dando lugar a las dobles e incluso triples jornadas… pero esa es también otra historia. Y la prostitución, reserva de la masculinidad hegemónicalejos de decrecer, se mantiene e incluso aumenta. Cómo los hombres necesitan de la prostitución no ya como intercambio de sexo por dinero, sino como “reaseguradora de la subjetividad patriarcal (…) masculinidades hegemónicas cuestionadas” (Beatriz Gimeno). Ahí es muy importante el trabajo que desarrollan las asociaciones de hombres igualitarios, desde las que intentan configurar una masculinidad igualitaria desprovista de los valores patriarcales. Estas asociaciones denuncian que no existe por parte de las instituciones una labor de configuración de las nuevas masculinidades, con lo que el modelo de masculinidad hegemónica por un lado se sigue perpetuando como la manera correcta de configurarse como varón, y por otra, es denunciado como generador de múltiples violencias… Pero claro, es que las instituciones son las garantes del patriarcado…
Con la ley del velo, con la que se comienza a distinguir a las mujeres según su estado, en relación con… ¿No os recuerda a la terrible distinción entre Señora y Señorita que aún sufrimos en la calle, al rellenar formularios, darnos de alta en páginas web, etc.? (Muchas, muchísimas mujeres se ofenden cuando las llaman señoras, porque se ha asimilado el término a mujer mayor… Muchas, muchísimas mujeres solteras responden rápidamente “se-ño-ri-ta”, cuando se refieren a ellas como señora, como denotando que aún son jóvenes (en edad de procrear, por lo tanto), y están disponibles…)

Por otra parte, vivimos en una sociedad de clases, no ya en el capitalismo, sino me atrevería a decir imperialismo, como su fase superior que ya describió Lenin. Si tomamos como válido (que lo tomo) el argumento de la unión, cruce, intersección, entre género y clase social para la aparición (construcción) del estigma, ¿cómo es posible su desaparición en el actual sistema de cosas?, ¿en el actual sistema socio económico basado precisamente en la división y jerarquización de clases y géneros? ¿Es posible la desaparición del estigma? Por supuesto. En un sistema donde no existan las clases sociales ni el sistema sexo género actual. Así que no estoy hablando ni de capitalismo/imperialismo ni de patriarcado. Y si no estoy hablando ni de uno ni de otro, la prostitución (que legitima una manera de construir el sexo incompatible con la igualdad, no lo olvidemos) tampoco existiría, con lo que el estigma, simplemente no se podría dirigir contra ningún sector de la población.

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