martes, 3 de septiembre de 2013

13 de junio de 2005

Lourdes es guapa pero guapa que te rilas. Lourdes es preciosa. Es preciosa porque tiene los ojillos tiernos y crepusculares, color almendra y reflejos de miel, grandotes y un poquito rasgados, es preciosa porque tiene la naricilla respingona de puro bonita que le hace un morrito totalmente delicioso. Su piel es de tonos dorados, color canela y madera noble, como el oro viejo, el ron antiguo o la tierra fértil y es de una suavidad que va hasta más allá del vértigo. Tiene la manos elegantes y muy bonitas, las uñas primorosa, las piernas largas y bien formadas, el vientre extraordinariamente plano y las caderas maternales, voluptuosas y acogedoras. Y qué me dices de sus sonrisa. Se ríe con una sonrisa amplia y sincera, muy contagiosa, dulce con un toque ingenuo y casi infantil: es una sonrisa con la que lo puede conseguir todo, incluso lo que parece más difícil, que haya veces que no me sienta tan solo. Hay quien le dice que es el mito sexual de la organización, quien dice que tiene el cuerpo perfecto, que está enamorado de ella, que daría un brazo por acostarse una noche con ella o que cada vez que la miran está más buenorra (debe de ser uno que su mujer es fea), gente grosera que dice no se qué de ponerla a cuatro patas (no entiendo por qué quieren que gatee si yo creo que a dos patas anda bien), quien dice que es un ángel, que una sonrisa suya bien vale el futuro o que no sabe por qué no dedica su vida a quererla. Lo que se dice de todo el mundo... Gente que me mira con envidia enfermiza cuando digo que voy a dormir en su casa...

Pero yo si la quiero no es por eso. Yo la quiero porque acabó la carrera más tarde para estar donde estuvo el 20-J, porque es la primera que me llama en mi cumple, porque me viene a buscar a la imprenta, porque me escucha y me entiende porque es la más sensible, porque por sus venas laten Ribagordas, porque me quiere y me da abrazos y me dice Jorgito, me da de comer cuando tengo hambre, porque me hace de reír con ese ingenio antiguo y castizo que ella tiene, porque me regala libros de Benedetti, porque usa palabras como “tropa” o “siempre”, porque se gasta una fortuna en teléfono porque yo de noche no duermo, de día no vivo, soñando con la Vicki. Somos la Fracción Amelie: hemos cruzado juntos España, hecho un montonazo de pegadas e ido juntos a la biblio, levantado casetas, ido de día a la playa, de mani, de mudanzas, bailado sobre neveras y otro millón de cosas. Me compra los gallumbos y me consulta horarios de viajes a Valencia.

Si se acaba la gasolina me muero
Solo ella ve lo que yo veo en las películas. Ella sabe de lo que hablo cuando digo “Gondor”, “amor”, “Groenlandia”,“lo de siempre” o “toda la vida”. Ella entiende “El ataque de los clones”, “Amelie” o “El señor de los anillos”, “las uvas de la ira” o “El amor en los tiempos del cólera”.

Nunca le he regalado flores, ni la he besado, ni le he llevado el desayuno a la cama, ni he ido a su trabajo a pegarme con quien la amenaza, ni la he visto desnuda, le envío los correos que escribo a otras, hablando sobre lo que siento por otras... No le digo cosas bonitas sino barbaridades desaforadas (fea, plana, que tienes menos tetas que una mesa, mala, Angelachanin, no me voy a acostar contigo, no vales para nada siempre cansada y con sueño, te masturbas, no te duchas, tienes gases, comepoyas, me tiraba a tu madre, tienes la cabeza a pájaros y esa gentileza de que se tenía que haber tatuado en las lumbares “con menos culo también se caga”que recuerde ahora). A otras que no me quieren, que no se acuerdan de mi cumple ni me llaman aunque esté mi hermano medio muerto, que me tratan con indiferencia, las idolatro y las adoro y a ella que es la mejor conmigo mira lo que la digo. Pero ¿qué sería de mí sin ella? ¿Quién me escucha? ¿Quién me ayuda siempre?¿Quién me quiere? ¿Quién me abraza? ¿Quién me es incondicional?¿Quién tiene una amiga así? Incluso por mí, por defenderme, aunque no me entienda, les da lecciones a los que se creen sabios: “Mira, Jorge hace lo que hace porque cree que es lo mejor para la organización”¿Quién me escribe cada día?¿Quién me coge la mano?¿Con quién paseo por el Retiro o me quedo hablando toda la noche?¿Quién no se cansa de decirme”vamos a ser, tenemos que ser felices”? ¿Quién es mi estrella, estrella?¿Quién es mi corazón, corazón?

Que sí, que tiene doscientos millones de cosas que me gustarían que fueran de otra forma, pero qué le voy a hacer. Tengo no poco que aprender de ella, de cómo es, de cómo me trata y como es conmigo. No está mal para alguien que conocí en la línea 5, pero una vez, en el CAUM yo temblaba porque estaba muerto de miedo porque estaba la Vicki y Lourdes llegó y me dijo “Jorgito, amor de mis amores” y me dio un abrazo largo y ostensible y un par de besos barrocos y muy sonoros que hizo que la dueña de mis entretelas pusiera morros de envidia y yo pensara que la lulu quizá sea la que me va a ayudar y va a estar ahí siempre. A lo mejor lo que pasa es que el abrazaprincesas no le queda tan grande...

Jorge



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