Te dicen que olvides

entonces, un día, te dicen que olvides todo lo que ha pasado. que olvides las persecuciones, los interrogatorios, las palizas y las violaciones. te dicen que olvides esa noche cuando llamaron a la puerta y se llevaron a tu hermano. y a lo mejor del pueblo. como oíste los disparos en la tapia del cementerio. y como no dejaron que os acercaseis nunca.

que olvides cuando tu padre te dejó con la familia para marchar lejos, lejos... y pasar por un campo de concentración a orillas del mar donde se taparía con arena de la playa. y cuanto más profundo cavaba, más humedad hacía. te dicen que olvides "si me hubiese llevado a mi hijo lo habría tenido que matar".

que olvides la sangre. la piel morada. los años triunfales. la invisibilidad. el no digas nada que pueda importunar a tu marido. que no digas nada. que si te pega es porque eres suya. te dicen que en todas partes se hicieron aberraciones. que tan malos fueron los unos como los otros. y tu, si dices algo, es que ya estas otra vez con lo mismo.

te dicen que olvides la guerra, los cuarenta años de silencio y horror. que olvides el hambre. el pestillo que siempre buscabas en las habitaciones de las casas donde trabajabas. los rojos quemaron muchas iglesias. que olvides que reconoces a ese que ha salido en la tele condecorado. que olvides su cara y sus manos cuando te torturaba.

que olvides a aquellos que violaron a tu madre en plena calle. el aceite de ricino. los rapados. olvida los suicidios. que olvides cuando esperabas en la puerta de la cárcel a que saliera tu hermana de ver a su marido. olvida cuando llevabas el colchón a la cárcel a tu tío. olvida las ratas. olvida los chinches o cuando te pegaban patadas en el vientre para que abortaras. un rojo menos. los mismos que ahora defienden el derecho a la vida de las lentejas.

que olvides cuando te dicen que toda tu familia está condenada a muerte. toda tu familia. y tu padre en el exilio. Yo, no olvido.


a mi abuela, mi memoria.
a mi abuelo, la sangre que corre por mis venas.