lunes, 2 de septiembre de 2013

Una de violencia simbólica: Gas Natural Fenosa



Descripción del anuncio
            Obtenido de El País, periódico de tirada nacional, del pasado miércoles 28 de Noviembre de 2012, página 7, apartado Internacional.
            Foto de una mujer en una cocina, abriendo un frigorífico que parece de cartón, pensativa, mirando hacia arriba ligeramente ladeada la vista hacia su derecha, nuestra izquierda. Media melena rubia, sonríe. Sobre su cabeza, una gran bombilla de bajo consumo. Vestido por encima de la rodilla y zapato de cordones plano. Significativa es la posición de sus piernas, posando, coqueta. Todo en diferentes tonos de amarillo y ocres corporativos Gas Natural Fenosa. A la derecha, el texto dividido en tres bloques. Los dos primeros en letra blanca sobre fondo gris. El tercero blanco con letras grises:
1.    Mientras tú piensas en no malgastar energía, letra grande, arriba.
2.    Nosotros pensamos en sistemas inteligentes para aprovecharla mejor, letra más pequeña, debajo. Explicación de lo que hacen.
3.    Logotipo y eslogan de Gas Natural Fenosa.
Introducción
            Recuerdo a Fátima Arranz, el primer día de clase, explicando la violencia simbólica de tal manera que la pudiésemos entender.  Recuerdo sus palabras, más o menos así: “Cuando ves algo y no sabes por qué pero te sientes mal”. Pues bien, casi la totalidad de los anuncios publicitarios, la totalidad del discurso del masculino genérico, la totalidad de las películas comerciales, la totalidad de las formas de vestir y de comportarnos… Me hace sentir muy mal. Y es cierto que se trata de violencia contra/hacia las mujeres. Violencia simbólica. No se explica en los medios de comunicación, no está tipificada como delito ni existe preocupación por visibilizarla. Latente, ocupándose de perpetuar la parte que le toca de ese malestar que no tiene nombre del que hablaba Betty Friedan (2009). Porque, como expone Cristina Fallarás en el artículo de la página anterior, cuando oímos hablar de violencia sólo pensamos en muertas, ojos morados, campañas de tolerancia cero… Contra el maltratador tolerancia cero. ¿Y cuándo el maltratador es el sistema patriarcal y capitalista en que vivimos, que la genera, la alimenta, la perpetúa, la consiente y la alienta? Tolerancia si, pero ¿cero?
Cuerpo
            «La violencia simbólica es esa violencia que arranca sumisiones que ni siquiera se perciben como tales apoyándose en unas «expectativas colectivas», en unas creencias socialmente inculcadas» (Bourdieu, 1999, p. 173, citado por Fernández, 2005, p. 7).
            “La sexualidad es una creación del siglo XIX. Se crean dos cuerpos, dos sexos, dos géneros diferenciados, opuestos, complementarios. Binarismo de género” (Gimeno, 2012). Los pares opuestos, que se definen por la exclusión. El pensamiento dicotómico queda definido como “una forma de entender o pensar la realidad que la divide en dos partes que son mutuamente excluyentes el uno del otro al tiempo que exige que todos los elementos del sistema pertenezcan a una de las dos partes” en la siguiente publicación (Diccionario de la Transgresión Feminista, 2012, vol. 2. p.20). Masculino/femenino; público/privado; exterior/interior; producción/reproducción; cultura/naturaleza; cuerpo/mente; debilidad/fortaleza; emocional/cerebral; pasividad/actividad. Son conceptos socialmente construidos desde un paradigma androcéntrico que tomamos como naturales. En lo que respecta al anuncio, es normal ver a una mujer en una cocina, parece su espacio natural, aquel donde se desenvuelve con soltura. A simple vista no hay nada que haga saltar las alarmas… Pero retomemos la definición de Pierre Bordieu: “…arranca sumisiones que ni siquiera se perciben como tales apoyándose … en unas creencias socialmente inculcadas”. Espacio doméstico, mujer, femenino, privado, coquetería…(La coquetería es una atribución femenina, inherente a las mujeres, natural). [1]
            Algunos estereotipos y roles propios del género femenino, de la naturaleza femenina, quedan fijados en el anuncio. Simone de Beauvoir asegura que no se nace mujer sino que llegamos a serlo (Beauvoir, 2002). Llegamos a serlo por imposición cultural, no porque lo determine el sexo o la biología. Somos lo que somos porque estamos obligadas a serlo. Definamos estereotipo, rol, género y rol de género:
  • Estereotipo, definido por la RAE: Imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable.
  • Rol, definido por la RAE: Función que alguien cumple.
  • Género, definido por el Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo: Categoría que subraya la construcción cultural de la diferencia sexual, esto es, el hecho de que las diferentes conductas, actividades y funciones de las mujeres y los hombres son culturalmente construidas, más que biológicamente determinadas (Clara Murguialday).
  • Rol de género, definido por el Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo: Conjunto de deberes, prohibiciones y expectativas acerca de los comportamientos y actividades considerados socialmente apropiados para las personas que poseen un sexo determinado (Clara Murguialday).
El concepto de género explica las desigualdades y los roles asignados dentro de una construcción cultural, social, y no natural ni biológica. A modo de  ejemplo: la maternidad es una capacidad biológica de las mujeres, femenina. No obstante, la obligación de los cuidados y, por ende, la permanencia/ocupación del espacio privado, es una imposición de género. El subconsciente asocia de manera natural, evidencia,  la imagen de una/la mujer en una/la cocina, en su cocina. Es el rol de mujer-ama de casa-madre, encargada del hogar. Cumple su función social, para lo que ha nacido. No resulta extraño… Siempre ha sido así. Con lo que la definición de Pierre Bordieu queda com/probada y la violencia simbólica cargada en el anuncio visibilizada.


Referencias Bibliográficas
Beauvoir, Simone (2002). El segundo sexo. Vol. 2. La experiencia vivida. Madrid. Cátedra.
Bourdieu, Pierre:
(1999). Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción, 2ª edic. Barcelona. Anagrama.
(2000). La dominación masculina. Barcelona. Anagrama.
Friedan, Betty (2009). La mística de la feminidad. Madrid. Cátedra.
JASS, Asociadas por lo Justo. (Ed.). (2012) Diccionario de la transgresión feminista. Mesoamérica: Organización internacional feminista.

Referencias Webográficas
Bourdieu, Pierre (1991). Entrevista al sociólogo francés en dos partes. Obtenidas el 02 de diciembre de 2012, de http://www.youtube.com/watch?v=QALw668Qtbc y http://www.youtube.com/watch?v=q-1cnpJm7T4 .
Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo (n.d.). Consultado el 03 de Diciembre de 2012, Universidad del País Vasco, de http://www.dicc.hegoa.ehu.es/listar/mostrar/108 y http://www.dicc.hegoa.ehu.es/listar/mostrar/115
Diccionario de la Real Academia Española (n.d.).  Consultado el 02 de Diciembre de 2012, de http://lema.rae.es/drae/?val=estereotipo y http://lema.rae.es/drae/?val=rol
Fallarás, Cristina (2012). El coño huele a coño. Obtenido el 03 de Diciembre de 2012, de http://www.eldiario.es/Kafka/cono-huele_0_72093155.html
Fernández, J. Manuel (2005). «La noción de violencia simbólica en la obra de Pierre Bourdieu: una aproximación crítica» en los Cuadernos de Trabajo Social de la UCM Vol. 18 (7-31). Consultado el 01 de Diciembre de 2012.
Gimeno, Beatriz (2012). Tema 6. Prostitución y sexualidad. Obtenida el 03 de Diciembre de 2012, de http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=hzcQs4p64GE





[1] Hay otro anuncio, este para la televisión, donde aparece un hombre cocinando. Pero este hombre cocina con camisa y corbata. Vemos como llega a casa, se quita la chaqueta del traje (el traje con corbata masculino representa seriedad, seguridad y autoridad) deja las llaves y el móvil sobre una mesa. Se trata de un hombre de negocios muy ocupado en su trabajo, que es muy importante, ya se encarga la voz en off (femenina) de aclararlo. Es decir, su espacio natural está fuera de la casa. Y lo domina. Cumple su función social.

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