miércoles, 5 de marzo de 2014

Nena, últimamente no te cuidas


De un tiempo a esta parte no me cuido.


No me cuido porque no llevo una larguísima y cuidadísima melena.

No me cuido porque no me afeito las axilas ni las piernas. Ni el coño.

"Nena, que guarra eres y que sucia y cuanto pelo."

¿Y el bigote? Pues va a ser que tampoco me cuido.

No me cuido porque como cuando quiero, de manera sana porque es bueno comer sano, pero sin preocuparme por las tallas ni por las calorías.

No me cuido porque no me maquillo.

No me cuido porque no llevo sujetador.

No me cuido porque mi crema de cara no es una de esas con color que limpia, fija y da esplendor.

No me cuido porque salto y llevo zapatillas y sudo (créanme cuando digo que huelo mal) al salir por la noche.

No me cuido porque no voy zarandeando el culo al andar.

No me cuido porque he renunciado a los tacones.

No me cuido porque me siento con las piernas abiertas. "Marta, cierra las piernas."

No me cuido porque no intento disimular las arrugas que mis casi 36 años han ido sembrando por mi rostro.

No me cuido porque no utilizo cremas anticelulíticas.

No me cuido porque no voy al gimnasio a hacer ejercicios antipistolerasyanticulocaido.

No me cuido porque no río las gracias a ningún tío cuando habla. A veces, hasta me doy media vuelta y le dejo hablándose solo.

No me cuido porque no me compro ropa sexy ni sugerente.


Aunque... Esa manía del mundo de hablar de todo al revés...

Me cuido porque leo. Leo a mujeres y a varones que aman a las mujeres.

Me cuido porque visto cómoda.

Me cuido porque como sano sin neuras ni complejos. Y hago unos bollos riquísimos.

Me cuido porque sonrío cuando me miro al espejo. Y me encanta cómo brillan mis ojos.

Me cuido porque miro mis pelos y tan solo veo eso: pelos. Los míos, mis pelos.

Me cuido porque hablo con mujeres y no de varones o de nuestras relaciones con ellos. De nuestros proyectos, de nuestras vidas, de nuestras luchas, trabajos, el libro que estamos leyendo, si nos publican algún artículo, la oposición que se resiste, el maldito inglés, la colcha de ganchillo o ir en bici al curro.

Me cuido porque escribo.

Me cuido porque camino y camino y jamás me duelen los pies.

Me cuido porque me siento como quiero, y ando como quiero.

Me cuido porque mi celulitis es a mí como las plumas a los pájaros.

Me cuido porque las pistoleras y el culo caído son a mí como las escamas a los peces.

Me cuido porque sé que todo lo demás es ese "no cuidarse."

Me cuido porque hace tiempo que se fueron los demonios. Y me brillan los ojos.

Me cuido porque soy sincera.

Me cuido porque voy a la piscina con mi madre. Y nadamos. Y hablamos. El líquido que compartimos.

1 comentario: