jueves, 24 de julio de 2014

Certezas


-Estamos aquí bien, ¿verdad?

Miro a mi alrededor. Al cielo, al suelo, al frente y a mi espalda. Giro sobre mí misma mientras sonrío. Cierro los ojos..., y te siento. Recuerdo y sonrío. Estás por todas partes. Te siento. Me rozan tus pensamientos. Y tu vida. Te busco. Siempre te busco. Y parece que al llegar, ya te has ido. Pero te has quedado. Y es con esa parte de ti que nunca se irá con la que me quedo. La que me espera, me esperará siempre. La que encuentro, y te prometo que la encontraré siempre. La que me acompaña y a la que hago compañía. Sé que estás aquí, conmigo, porque te siento.


-Sí, estamos bien. Este suelo sobre el que caminamos, suave y firme, es el mismo sobre el que él caminaba. Hace años. Aún guarda sus pasos. Aún puedo ver sus pasos. Este cielo que nos envuelve, azul noche, con su luna y sus estrellas, con su manto de polvo y las luces..., el mismo que lo envolvía. La misma luna, las mismas estrellas. El mismo polvo ennegreciendo sus andares. Las mismas luces. Los mismos recuerdos. Y el sol que nos dará los buenos días en unas horas, el mismo sol que hacía brillar sus ojos. ¿Escuchas? Los mismos sonidos que ahora chocan con nuestros cuerpos ya chocaron con el suyo, hace tantos, tantos años...

-Por eso llevas el tatuaje.

La miro con una de esas miradas de rendición eterna...

-Eres la única persona que lo ha entendido. En el mundo, tú.




Tú, tu mirada verde y esa voz grave y maravillosa que me han ganado para siempre.


20 de julio de 2014

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