miércoles, 13 de agosto de 2014

Certezas II

Silencio.
Suena un teléfono.


-¡Hola!

-Hola, ¿qué tal?

-Bien, aquí, leyendo... ¿Tú?

-Bien también, aquí, en el trabajo... Este... Una cosa... Mmm...

-Dime, ¿qué quieres?

-Eh... ¿Cuándo podemos vernos?

-Pues no sé. Tengo la semana ocupada y el finde no creo que esté aquí.

-Vaya... Necesito hablar contigo de una cosa... Es importante.

-...

-¿Hola?

-Disculpa, sí. Dime. Dime ahora.

-Es que... No me gustaría hablar esto por teléfono la verdad...

-En serio, dime. Ya sé lo que vas a decir.

-¿Sí?¿Por? Bueno...

-No lo alargues más y dime. Sabíamos que este momento llegaría, tarde o temprano. Te escucho.

-Si lo prefieres así...

-Lo prefiero así.

-Eh... Sabes que siempre te he querido y siempre vas a ocupar un lugar importante en mi vida y

-Perdona, no des más rodeos por favor. No lo intentes hacer bonito.

-De acuerdo. He conocido a una persona... Necesito zanjar nuestra situación. Luego te envío un correo con los papeles. Tómate tu tiempo pero no lo demores mucho por favor.

-Claro. Sin problemas. Esta semana lo tienes.

-Bueno... Tengo que volver al trabajo...

-Sí, claro.

-Te voy a querer siempre.

-...Besos, hasta luego.

-Un beso.


Silencio.



Fotograma de De aquí a la eternidad


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