lunes, 29 de septiembre de 2014

Como una uña de gata

Hey, estás aquí. Te echaba de menos. Hacía tiempo que no te veía, que no te dejabas ver. Me encantas. Lo sabes. Cuando no estás... simplemente estoy perdida. Pero hoy, sólo he tenido que mirar, y ahí estabas. Preciosa, radiante, como sólo tú sabes ser. Como sólo tú puedes ser. Un poquito más grande que una uña de gata... Más gordita, que lo necesitamos. ¡Menudo verano nos has dado! Cuán hermosa, cuán despampanante, cuán cerca te hemos tenido...

Pero lejana siempre. Como sus besos, sus caricias... sus ese rozar sus labios con los míos... Te he echado de menos. Y yo a ti. Enrojecer, esconderse tras las gafas de sol y huir. Ausencia. Es todo lo que queda. Vagos recuerdos. Aún quedan. Emergen, como objetos que flotan, tras el naufragio. A veces incluso hasta te echo de menos. Ahora.

¿No te he dicho que te quiero?
Pues te quiero.
¿Me quieres?
Siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario